30. Los argumentos de Citroën al final de los años 60
Citroën y todos los que elogiaban el coche no cesaban en dichos elogios durante toda su trayectoria. Entre 1968 y 1970 se producen kilómetros de artículos más o menos promocionales para insistir sobre las cualidades excepcionales de este auto. He aquí algunos extractos de lo que se ha escrito en torno a tres grandes temas: la tecnología, la seguridad y el comportamiento en carretera.
Los cuatro faros son articulados; los haces de luz de los dos faros principales se adaptan a las variaciones de equilibrio del coche gracias a un corrector automático, mientras que los faros auxiliares centrales giran con las ruedas delanteras. El DS funciona sólo, únicamente queda conducir tranquilamente; todo en el está preparado para garantizar la seguridad de los pasajeros.
Los DS están dominados por la tecnología; ellos mismos lo controlan todo sin necesidad de que el hombre intervenga. El DS adapta su marcha a cada instante mediante una señal central de control situada sobre el cuadro de mando. En todas las circunstancias, la estabilidad de su trayectoria no se puede poner en duda gracias, entre otros, a su frenada asistida, a su dirección y a que su suspensión compensa las irregularidades de la carretera.
La seguridad dada por la tracción delantera, un cuidado de marcha ejemplar, un frenado asistido jamás conocido, en definitiva un gran número de técnicas destinadas a eliminar todos los riesgos; son algunos de los elementos que aportan la seguridad absoluta del DS. Un detalle mostrará hasta que punto Citroën se ha preocupado de esta seguridad para que usted no se tenga que preocupar. Cada DS está equipado de una gran señal central de control, de color rojo «Stop» de parada obligatoria, así como otras pequeñas señales que aseguran el control permanente del vehículo como son: Una señal roja de temperatura del agua, una señal verde para las intermitencias, una señal azul de carga de batería, una señal amarilla de calefacción de luna trasera (luneta Térmica en opción), una señal verde de alumbrado de cruce , una señal azul de alumbrado de carretera ….., y en definitiva un equipamiento excepcional que sólo se encuentra en el DS, lo que le confiere un estatus y categoría especial.

Último cuadro de mandos desde 1968 hasta 1975
El DS es hasta la presente uno de los pocos coches de serie que posee un coeficiente de penetración en el aire excepcionalmente bajo, CX: 0,32. He aquí algunas razones muy simples: El capó alargado se dirige de arriba hacia debajo de forma descendente y puntiaguda, el parabrisas delantero de cristal endurecido y laminado de forma abombada y huidiza hacia los costados, la parte delantera más larga que la trasera, la ausencia de rejillas que frenasen el coche. Esto hace que la pérdida de potencia debido al rozamiento del aire se encuentre reducida al mínimo. El aspecto aerodinámico de otros elementos contribuyen a su extraordinaria manera de circular: La tracción que impulsa el centro de gravedad hacia delante asegura tal estabilidad que los virajes más cerrados no llegan a notarse, el eje trasero más estrecho que el delantero le confiere una estructura en cuña y junto con el carenado integral trasero hace pegarse el coche a la carretera, siendo así mismo la base más grande que la de otros coches lo que le da una gran estabilidad y aplomo.
Contrariamente a otros coches, en un DS no existe ese sentimiento latente de confiar la vida por un momento a una máquina de cuatro ruedas lanzada sobre una banda de terreno estrecha: la carretera. Como se ve, el servicio de publicidad mezcla absolutamente lirismo y tecnología.